Neurocirugía

Dra. Rousinelle da Silva Freitas

Especializada en la Neurocirugía de la columna vertebral.

La Neurocirogía de la columna vertebral

Cervicalgia, cervicobraquialgia, lumbalgia o lumbociática son los diagnósticos más comunes derivados de esta patología y que son causados por una inestabilidad vertebral, degeneración discal, hernia discal, compresión radicular, espondilolistesis, etc.

El tratamiento conservador es la primera opción cuando no hay déficits neurológicos pero cuando fracasa este primer escalón, la cirugía ofrece diversas soluciones según la causa del dolor: artrodesis vertebral, implantes dinámicos de estabilización de la columna, artroplastia , descompresión y discectomía.

Patologías dejenerativas

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El cuadro de la hernia discal suele ser agudo, repentino y violento en intensidad. Incluye síntomas propios de la ruptura discal y otros provocados por la presión de la hernia sobre la médula o los nervios. Ni la natación ni ningún ejercicio es útil para prevenir, aliviar, o tratar una hernia discal de verdad. El dolor llega a ser tan intenso que, en general, no suele aliviarse con nada de lo que uno tiene en casa. Pero aún así, no hay que olvidar que hay otros muchos cuadros de dolor similar al de la hernia que no lo son. Si es hernia, los síntomas de dolor local agudo de espalda preceden o coinciden con los síntomas neurológicos (dolor ciático continuo hasta el pie, debilidad muscular, hormigueo…), el elemento distintivo de la hernia discal.

La ciática (dolor irradiado a la extremidad inferior) es el síntoma más característico, variando la distribución del dolor según el territorio que inerve cada raíz nerviosa afectada. Además causa dolor en la zona lumbar por la sensibilidad propia del disco.

El dolor es típicamente mayor al toser y al sentarse (por ejemplo, montando en coche) que al acostarse; suele ser mayor de pie quieto que caminando. Otro síntoma frecuente son las parestesias (sensación de hormigueo) en pierna y pie.

Puede dar lugar también a pérdida de fuerza en la pierna y muy raramente a incontinencia urinaria.

Los síntomas más habituales son:
• Lumbago.
• Dolor que irradia por la pierna (ciática).
• Alteraciones de la fuerza y sensibilidad en la extremidad.

La hernia discal lumbar puede aparecer a cualquier edad aunque es una condición que afecta más comúnmente a gente de entre 30-50 años. Por lo tanto, tiene un impacto económico significativo en la población en general, puesto que se trata de sujetos en plena actividad laboral.

El pronóstico de la hernia discal:
Si la indicación es correcta y la técnica de la cirugía discal se realiza cuidadosamente, se consiguen unas tasas de éxito superiores al 85-90%. Es importante dejar claro que en la cirugía de la hernia discal es más probable que mejore el dolor irradiado a la extremidad inferior que el dolor lumbar.

Los tratamiento de la hernia discal:
La cirugía de la hernia discal tiene como objetivo la liberación de la raíz nerviosa comprimida, responsable de la sintomatología. Existen distintas técnicas para lograrlo. La más eficiente hasta ahora es la extirpación de la hernia, asociando una resección de parte del disco (de su centro) para reducir las probabilidades de que se vuelva a producir. Es un procedimiento habitual y se puede hacer con o sin microscopio y con una incisión de 2 a 6 cm. (normal, mini o micro-discetomía).

Como alternativa, algunas hernias se pueden operar con resultados similares por vía percutánea con la ayuda de endoscopios. El paciente ha de estar ingresado de uno a tres días después de la operación y podrá levantarse al día siguiente de la misma. Finalizado el ingreso, guardará reposo relativo: podrá salir a la calle, pero sin doblar la cintura durante unas 4 semanas.

Después, debe practicar ejercicios de rehabilitación para conseguir una buena recuperación. Si la indicación es correcta y la técnica de la cirugía discal se realiza cuidadosamente, el éxito es superior al 80%.

Síntomas más habituales son:
– Lumbago.
– Dolor que irradia por la pierna (ciática).
– Alteraciones de la fuerza y sensibilidad en la extremidad.

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La estenosis de canal medular es un estrechamiento del espacio por donde pasan la médula espinal y las raíces nerviosas. Abarca desde la zona occipito-cervical hasta la zona lumbo-sacra.

El origen de la estenosis puede ser de muchos tipos (traumático, neoplásico etc.) aunque la gran mayoría suele ser degenerativo.

Se produce por una degeneración del tejido adyacente, como una hipertrofia ligamentaria o de las articulaciones facetarias vertebrales que producen crecimiento de los mismos y ocupación de parte del canal raquídeo, comprimiendo los elementos nerviosos y causando la sintomatología.

Es un trastorno relativamente frecuente en pacientes de más de 50 años, aunque en ocasiones ocurren en pacientes más jóvenes por presentar un canal vertebral estrecho congénito. También es habitual que coexistan con hernias discales o deformidades en la columna.

Los síntomas de la estenosis de canal:

Un canal un poco más estrecho de lo habitual no tiene por qué causar molestias en una persona. Sin embargo, cuando el espacio sigue disminuyendo y comprime las estructuras internas, es cuando comienza a ser sintomático. Dependiendo del nivel vertebral afectado, puede causar una clínica determinada.

Estenosis a nivel lumbar o dorsal:
La claudicación neurógena de la marcha consiste en un dolor, molestias o pesadez en una o las dos piernas al tiempo de estar caminando, lo que le obliga al paciente a tener que sentarse y descansar. A los minutos de haberse sentado, típicamente puede recuperarse y seguir caminando.

Hormigueos y debilidad en las piernas

Los síntomas más habituales son:
– Dolor, molestias o pesadez al tiempo de estar caminando.
– Hormigueos y debilidad en las piernas.
– Dificultad para caminar, inestabilidad, espasticidad
– Dolor en brazos, manos y/o piernas.

Estenosis a nivel cervical:
– Dificultad para caminar, inestabilidad, espasticidad etc.
– Dolor en los brazos y manos. En ocasiones también en piernas.

También puede dar dolor local lumbar, cervical o dorsal por contracturas musculares.
– La sintomatología suele aparecer progresivamente durante meses o incluso años. Aunque puede aparecer con un evento desencadenante como traumatismos.

Las maniobras de valsalva (toser, estornudar, aumentar la presión en abdomen al ir al baño) pueden aumentar la sintomatología.

El diagnostico de la estenosis de canal:
El diagnóstico se realiza, además de por la sintomatología que refiere el paciente, mediante la realización de una radiografía y en la mayoría de los casos se complementa con la realización de una resonancia magnética (RM) o un escáner (TC).

El tratamiento de la estenosis de canal:
Existen diversidad de tratamientos para esta afección, si bien el tratamiento farmacológico y rehabilitador suele ser el inicial. Si el tratamiento conservador no es suficientemente eficaz, la cirugía es de elección mediante la descompresión posterior (hemi o laminectomía y flavectomía), pudiendo añadir una estabilización si fuera necesaria.

La operación más frecuente es la descompresión simple selectiva, en la cual se hará más espacio en el canal, quitando los ligamentos y parte del hueso que estén causando dicha compresión, por vía posterior. Suele ser una intervención con resultados positivos y los pacientes refieren mejoría al caminar.Se utiliza osteosíntesis (generalmente tornillos de titanio y barras) si existe una inestabilidad previa, o si se sabe que se va a inestabilidad durante el procedimiento quirúrgico.Se puede utilizar dispositivos intersomáticos (TLIF, XLIF, ALIF etc.) para aumentar la estabilidad del sistema y mejorar las tasas de fusión vertebral, el tipo de tratamiento quirúrgico es valorado en función a la patología y la situación individualizada de cada paciente.

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La espondilolistesis es el desplazamiento de una vértebra sobre otra y se numera hasta 5 grados según la distancia que se haya deslizado (Grado I es la mínima y grado 5 la máxima o espondiloptosis). Cuando el desplazamiento de la vértebra se produce hacia adelante se denomina anterolistesis y hacia posterior, retrolistesis. Si se desliza demasiado, el hueso puede atrapar la médula o los nervios. Puede ser inestable y causar estenosis de canal y/o lumbalgia con los movimientos o la bipedestación. Se produce con mayor frecuencia en segmentos lumbares, sobre todo en los últimos (L4-L5-S1). Aunque también puede producirse a nivel cervical.

Síntomas de la espondilolistesis
La sintomatología que puede dar una espondilolistesis es tanto una radiculopatía, dolor en las piernas si es lumbar o en brazos si es cervical, o como si fuera una hernia discal, o claudicación de la marcha como una estenosis de canal, la sintomatología puede ser mixta dependiendo del grado o tipo de inestabilidad. Habitualmente son diagnosticadas a raíz de un dolor lumbar con irradiación a glúteos, por sobrecarga. En la mayoría de los casos el paciente refiere más dolor al estar de pie o caminar. En casos severos puede provocar una inestabilidad en la marcha, trastornos sensitivos e incluso incontinencia.

Los síntomas más habituales:
Dolor en piernas o en brazos (dependiendo de la localización).
Dolor irradiado a glúteos.
Inestabilidad de la marcha, trastornos sensitivos y/o incontinencia.

El diagnostico de la espondilolistesis:
Se puede diagnosticar con una radiografía simple lumbar, aunque suele complementarse con radiografías funcionales o dinámicas y resonancia magnética (RM), TC o scanner.

Según el origen de la listesis, puede dividirse en:
Degenerativa: por degeneración de los tejidos que estabilizan las vértebras (disco intervertabral, ligamentos, articulaciones facetarias etc.

Ístmica: se debe a una espondilolisis, que son unos trazos de fractura o debilidades en una zona de la vértebra denominada “pars intearticularis”, que provoca una sujeción insuficiente y su consecuente deslizamiento.

Traumática: debido a un golpes, caídas o accidentes.
Congénita: presente desde el nacimiento, provoca una deformidad en los huesos.

Patológica: a causa de una enfermedad ósea, por ejemplo, un tumor.
Iatrogénica: una cirugía que debilite las estructuras óseas que estabilizan las vértebras, puede provocar una espondilolistesis.

El tratamiento de la espondilolistesis:
El tratamiento inicial suele ser conservador con fármacos y ejercicio físico encaminado a reforzar la musculatura de la columna vertebral. En el caso de que el dolor sea insoportable, refractario a tratamiento médico y/o ya haya provocado un déficit motor, se establecerá la indicación quirúrgica.Frecuentemente, también es necesaria una descompresión del mismo nivel, ya que las articulaciones facetarias o posteriores y sus tejidos adyacentes, se hipertrofian condicionando una disminución notable del canal raquídeo y de los agujeros de conjunción. Generalmente se realiza vía posterior y se puede complementar con un dispositivo intersomático (entre los cuerpos vertebrales) para aumentar la estabilidad, incrementar el espacio por donde concurren las raíces nerviosas y asegurar la fusión. En los casos cervicales, el abordaje suele ser por vía anterior.

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